Dentro de la poesía experimental y a diferencia de la verbal o textual, la poesía objetual llega a nosotros a través del objeto. Me atrevería a decir que se trata de una poesía artística, en vez o a la par que literaria.
Poesía que no trabaja específicamente con el texto. Tratar de expresar lo máximo con los mínimos elementos. Jugar con las formas y las metáforas visuales. En eso consiste la poesía objetual o las revistas ensambladas. No es a fin de cuentas algo tan nuevo. El nacimiento de un niño. La caída de la hoja en otoño. El mar juntándose con el horizonte. O una simple piedra en mitad de cualquier camino, como diría Machado. La poesía habita primero en los objetos y más tarde, cuando nosotros la descubrimos, intentamos atraparla con las palabras.
Lo que nos propone Gonzalo Escarpa en este episodio de Todo es poesía menos la poesía es precisamente volver a los origines de la poesía, recuperar la esencia de los objetos y jugar con sus formas, sus tamaños y sus posibles interpretaciones. Una nueva manera de hacer poesía, que se basa en la esencia misma de la poesía.
Veremos a lo largo de este capítulo distintas revistas, en su mayoría temáticas, encerradas en los más originales formatos. Sonetos múltiples en los que el lector puede cambiar los versos a su gusto sin que cambie la rima. Puzzles sin imágenes en los que ha de ser uno mismo quien componga la suya propia. Revistas encerradas dentro de cajetillas de tabaco o camufladas tras el embalaje de un fármaco. Agendas que esconden poesías o flip books con los que jugar a ser poetas. En definitiva, objetos que no se conforman sólo con una utilidad y luchan por enseñarnos la poesía que todas las cosas poseen.
Si aún no sabes lo que es la poesía objetual, acércate a ella a través de Gonzalo Escarpa y disfruta de esta nueva entrega de Todo es poesía menos la poesía.
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